Para los guatemaltecos, el Nacimiento es más que una representación del entorno
    en que vino al mundo Jesús de Nazaret, sino es muestra de su amor y obra por
    la humanidad.Pero junto a la fe que rodea el pesebre de Belén, en los hogares se
    incluye el ingenio guatemalteco para resaltar su valor tradicional.
Este símbolo del amor de Cristo vino al país en el pensamiento del Santo Hermano
    Pedro, quien lo plantó en la cultura colonial junto a las posadas, allá por 1651. Al
    principio, los nacimientos adornaban los templos católicos del Reino de Guatemala,
    pero a inicios de 1800 se tejió la tradición y se comenzaron a ver dentro de las
    residencias, que desocu-paban una habitación para montarlo, según el cronista de la
    ciudad, Miguel Álvarez.
La variación en Guatemala vino del arte popular de representar en con estatuillas
    de barro a pastores, ovejas, poblados, casas etc. y utilizar el aserrín de madera de
    pino teñido de colores, para representar las parcelas agrícolas, caminos, y otros.
    En esta esquina que algunos hogares no es más de 1 a 2 mts. cuadrados, se instala
    un representación a escala, de la cueva de Belén o Portal, y de los caminos que
    conducen a través de pueblos y villorios. La escena principal son los tres reyes
    magos que se encaminan a Belén.
El portal tiene una grupo de imágenes en madera o yesos, la Virgen María, San José,
    el asno y el buey, y en el centro un pesebre donde a la media noche se coloca una
    imagen del Niño Jesús. Este permanece acostado y en pañales entre el 24 y el 31. El
    31 a media noche se le viste con ropas tejidas a mano y se le pone en posición de
    estar sentado y se le agrega la coronilla del resplandor. Con el paso del tiempo se
    fue marcando la huella del ingenio guatemalteco al incorporar objetos propios de la
    cultura, observa Lara. Son muestra de la unidad y el amor en el hogar". Cada familia
que mantiene la tradición de los pesebres sabe que a principios de diciembre, o
    incluso antes, es momento de poner manos a la obra para montarlo.
El portal tiene una grupo de imágenes en madera o yesos, la Virgen María, San José,
    el asno y el buey, y en el centro un pesebre donde a la media noche se coloca una
    imagen del Niño Jesús. Este permanece acostado y en pañales entre el 24 y el 31. El
    31 a media noche se le viste con ropas tejidas a mano y se le pone en posición de
    estar sentado y se le agrega la coronilla del resplandor. Con el paso del tiempo se
    fue marcando la huella del ingenio guatemalteco al incorporar objetos propios de la
    cultura, observa Lara. "Son muestra de la unidad y el amor en el hogar". Cada familia
    que mantiene la tradición de los pesebres sabe que a principios de diciembre, o
    incluso antes, es momento de poner manos a la obra para montarlo.
El Santo Hermano Pedro de Betancourt, trajo a Guatemala, primero a la Antigua
    Guatemala (Santiago de los Caballeros) a 45 kilómetros al occidente de Ciudad de
    Guatemala, alrededor del Siglo XVII, la costumbre de representar Belén. El Santo
    Hermano era terciario de los Franciscanos, San Francisco de Asís introdujo en el
    norte de Italia la representación en vivo en el siglo XIII. Los franciscanos la fueron
    llevando por todo el mundo.


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